En los varones, la eyaculación -expulsión del esperma- y el orgasmo- la reacción bioquímica que provoca el estallido de placer físico, punto culminante de una relación sexual- son dos fenómenos bien diferenciados que comúnmente se presentan simultáneamente, aunque los sexólogos señalan que se pueden lograr “orgasmos secos” -sin emisión del líquido espermático-, mediante la puesta en marcha de algunas técnicas de manipulación del órgano sexual masculino.

Joseph Cohen, en su Libro del pene, explica que hay tres modos básicos para lograrlo:
- Contraer los músculos del perineo cuando se orina para atajar el chorro unas cuatro o cinco veces por descarga: una vez dominada esta contracción, se pone en práctica cuando el orgasmo es inminente.
- Casi en el orgasmo, tirar de los testículos hacia abajo y respirar profundamente y reiniciar.
- También a punto del orgasmo, apretar el glande (la cabeza) del pene y respirar profundamente.
Un texto muy detallado con ejercicios para lograr esta proeza es Técnicas de masturbación para el hombre, de Mark Emme, publicado por Ediciones Martínez Roca (México, 2000).
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