
Estos termómetros se introducen en el pabellón auditivo del paciente, para recoger mediante un sensor la radiación infrarroja emitida por el tímpano y las estructuras vecinas. La lectura del nivel de calor es enviada a un convertidor analógico-digital que procesa la señal térmica.
Esta se remite a un microprocesador que calcula el valor de la temperatura y lo presenta en una pantalla de cristal líquido.
Los termómetros de infrarrojos garantizan una mayor precisión en la medición de la temperatura, debido a que ésta se toma en las cercanías del tímpano, región auditiva que comparte riego sanguíneo con el hipotálamo, la estructura del cerebro que regula la temperatura corporal. Esto hace que sus niveles térmicos sean prácticamente idénticos.
Los modernos termómetros timpánicos están diseñados de manera que el cono aplicador que se introduce en el interior del conducto auditivo no llega nunca a entrar en contacto directo con el tímpano, evitando así el riesgo de perforación. Debido a esta serie de ventajas, el uso del termómetro de infrarrojos se ha extendiendo cada vez más.
Se recomienda ya que son muy seguros...
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